Todas las administraciones hacen constantemente llamamientos públicos para que se incentive el hábito de la lectura. Se gastan millones en campañas de publicidad en los mass media. Talan miles de árboles para hacer folletos y carteles. Inventan planes en sus despachos para que otros los desarrollen, especialmente en los centros de enseñanza.
Pero, curiosamente, no hacen lo que sí se debería (y podría) hacer:
No dicen abiertamente que la cultura, toda la cultura (empezando por la que está en los libros) tiene que estar al alcance de todos sin limitaciones de ningún tipo. Que quien quiera derechos de propiedad, que se haga empresario. Y que nunca se pagará ni un céntimo (por parte de nadie) por los préstamos en bibliotecas.
No dedican esos millones de euros procedentes de los impuestos de todos, que sí entregan a las grandes firmas de la publicidad y a las multinacionales de la información, a dotar más y mejor a todas las bibliotecas públicas, de fondos y de personal, y a talleres y otras actividades “de base” que sirvan para que todos, chicos y mayores, disfruten de la cultura y de los libros.
No toman iniciativas que hoy día son absolutamente posibles para dar ejemplo de lo que debe ser una conducta respetuosa con el medioambiente. No ponen a disposición de todos los ciudadanos miles y miles de libros que son imposibles de encontrar a través de las nuevas tecnologías. No hacen bibliotecas virtuales verdaderamente “potentes”, que permitan que todos los libros estén en todas las bibliotecas del estado.
No contratan el personal necesario para que todas las bibliotecas de titularidad pública estén bien atendidas. Eso es especialemente “sangrante” en las bibliotecas escolares, donde son los profesores (y antes los objetores de conciencia) los que se ocupan de catalogar, de los préstamos y de las demás tareas necesarias, en lugar de que aquellos que se han formado para esto específicamente encuentren un trabajo y los docentes se dediquen a lo que tienen que hacer, a enseñar. Los sueldos de los burócratas inútiles que están en las administraciones diseñando planes podrían servir para solucionar esto. ¿No están buscando medidas contra la crisis? Pues la contratación pública para cosas útiles a los ciudadanos es la mejor medida posible.
Ni siquiera se ocupan de asegurar que los horarios de las bibliotecas públicas municipales sean lo más amplios posible. No contratan a personal para que, por ejemplo, los sábados esas bibliotecas públicas estén abiertas, los ciudadanos puedan ir a ellas a por libros y se puedan hacer actividades relacionadas con la lectura y los libros. Esa es la triste realidad de numerosas localidades manchegas. Cuando se plantea la necesidad de modificar esto, alcaldes y concejales dicen que no hay personal suficiente y que el que hay no quiere ir los sábados. ¡Como si tuviera que hacerlo! Que contraten a más personal y se organicen los turnos de trabajo para que el servicio esté atendido y los trabajadores tengan unas condiciones dignas, no horas extraordinarias o semanas con seis días laborales. Nosotros incluso les plantearíamos que sus sueldos y dietas (los de alcaldes y concejales) se dediquen a la contratación de ese personal. Más útil será seguro.
Pero, curiosamente, no hacen lo que sí se debería (y podría) hacer:
No dicen abiertamente que la cultura, toda la cultura (empezando por la que está en los libros) tiene que estar al alcance de todos sin limitaciones de ningún tipo. Que quien quiera derechos de propiedad, que se haga empresario. Y que nunca se pagará ni un céntimo (por parte de nadie) por los préstamos en bibliotecas.
No dedican esos millones de euros procedentes de los impuestos de todos, que sí entregan a las grandes firmas de la publicidad y a las multinacionales de la información, a dotar más y mejor a todas las bibliotecas públicas, de fondos y de personal, y a talleres y otras actividades “de base” que sirvan para que todos, chicos y mayores, disfruten de la cultura y de los libros.
No toman iniciativas que hoy día son absolutamente posibles para dar ejemplo de lo que debe ser una conducta respetuosa con el medioambiente. No ponen a disposición de todos los ciudadanos miles y miles de libros que son imposibles de encontrar a través de las nuevas tecnologías. No hacen bibliotecas virtuales verdaderamente “potentes”, que permitan que todos los libros estén en todas las bibliotecas del estado.
No contratan el personal necesario para que todas las bibliotecas de titularidad pública estén bien atendidas. Eso es especialemente “sangrante” en las bibliotecas escolares, donde son los profesores (y antes los objetores de conciencia) los que se ocupan de catalogar, de los préstamos y de las demás tareas necesarias, en lugar de que aquellos que se han formado para esto específicamente encuentren un trabajo y los docentes se dediquen a lo que tienen que hacer, a enseñar. Los sueldos de los burócratas inútiles que están en las administraciones diseñando planes podrían servir para solucionar esto. ¿No están buscando medidas contra la crisis? Pues la contratación pública para cosas útiles a los ciudadanos es la mejor medida posible.
Ni siquiera se ocupan de asegurar que los horarios de las bibliotecas públicas municipales sean lo más amplios posible. No contratan a personal para que, por ejemplo, los sábados esas bibliotecas públicas estén abiertas, los ciudadanos puedan ir a ellas a por libros y se puedan hacer actividades relacionadas con la lectura y los libros. Esa es la triste realidad de numerosas localidades manchegas. Cuando se plantea la necesidad de modificar esto, alcaldes y concejales dicen que no hay personal suficiente y que el que hay no quiere ir los sábados. ¡Como si tuviera que hacerlo! Que contraten a más personal y se organicen los turnos de trabajo para que el servicio esté atendido y los trabajadores tengan unas condiciones dignas, no horas extraordinarias o semanas con seis días laborales. Nosotros incluso les plantearíamos que sus sueldos y dietas (los de alcaldes y concejales) se dediquen a la contratación de ese personal. Más útil será seguro.
1 comentario:
Da gusto volver a leer entradas en vuestro blog. ¡Suerte!
La Alcarria Obrera
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